miércoles

LA SONRISA GENUINA DE DUCHENNE

Guillaume Duchenne analizó en 1862 los músculos faciales por primera vez, identificando un ciento de ellos, y determinó algo sobre el hecho de sonreír: que una sonrisa falsa o no sincera sólo involucra a los músculos de la boca y labios. Concluyó que una sonrisa amplia y sincera activa los músculos que rodean a los ojos (involucra el movimiento de los músculos cigomáticos mayor y menor cerca de la boca y el músculo orbicular cerca de los ojos). Según éste investigador, dicha sonrisa es producida como una respuesta involuntaria a una emoción genuina y es lo que se puede llamar una «sonrisa genuina». 
Tiempo después, en el siglo XX, el psicólogo Paul Ekman volvió su atención a la Sonrisa de Duchenne y señaló la relación de esta con un incremento de actividad en la corteza pre-frontal izquierda, la parte del cerebro que en que residen las emociones positivas. Ekman afirmó que la Sonrisa de Duchenne se caracteriza por la formación de las "patas de gallo" junto a los ojos, por un descenso sutil del pliegue del párpado superior del ojo, es decir, se desliza hacia el globo ocular y por un levantamiento de las comisuras de los labios y de las mejillas.  Cuando se percibe esta sonrisa, se reconoce el verdadero placer de la sonrisa de un amigo sincero o de la persona que amas. 
Muchas veces sentimos que se nos "hiela la sangre" con algunas "sonrisas". Percibimos molestia, agresión, falta de sinceridad y honestidad con ciertas sonrisas "ofensivas", está claro; no tienen la Marca de Duchenne.

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