miércoles

PROCESO DEL DUELO

Los desajustes emocionales producidos por el fallecimiento de un ser querido pueden ser devastadores para la persona. El dolor es inevitable, la persona entra dentro de un proceso natural y como tal hay que ver cómo evoluciona. No obstante si no se observa una mejoría pasado cierto tiempo el duelo puede convertirse en depresión. Un profesional puede ayudarle a mitigar y paliar el dolor, intentar encontrar un restablecimiento de su equilibrio y una recuperación plena.
Muchos creen que en el duelo hay que dejar pasar el tiempo que todo lo cura y considerar el sufrimiento como propio, exclusivo y no compartible. Otros creen que es un continuo lamento y se sitúan en una vida eternamente infeliz. O que el duelo es para olvidar o para dejar de amar al ser querido muerto. 
La perdida de un ser querido es un proceso difícil al que los psicólogos denominan Proceso de Duelo.
Se define como el conjunto de manifestaciones fisiológicas, intelectuales, emocionales, conductuales y espirituales que se manifiestan como consecuencia de una perdida.
En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es TOTAL: Es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (nos duele el dolor de otros), y espiritual (duele el alma). La finalidad de un duelo es dar expresión y cauce sano a los sentimientos, serenar el sufrimiento dominando la pena de la separación, aceptar la realidad de la muerte y amar con un nuevo lenguaje de amor al fallecido. 
Y en este proceso debemos encontrar un significado a nuestra vida.
Para más información sobre psicología y sobre terapias psicológicas:

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