
Las cosas nunca acaban. No podemos bajar los brazos cuando tengamos algún contratiempo. Simplemente debemos aceptar que los sucesos inoportunos son consustanciales a la vida.
Tenemos que tomar ventaja de estas adversidades y sonreír, sonreír a la vida, porque con un pensamiento positivo nuestro camino a la felicidad será mucho más fácil
No hay comentarios:
Publicar un comentario