COMO SALIR DEL SUFRIMIENTO

Las condiciones que permiten el sufrimiento tienen mucho que ver con el atamiento fuerte a algo. Se crea una identidad a su alrededor (un empleo, una relación, etc.) y una vez se pierde esto empieza el sufrimiento.

Sufrir durante la vida es normal pero no lo es mantenerlo como algo crónico.

Ver el sufrimiento en los medios de comunicación o en las películas nos distrae de nuestro propio dolor y de nuestros propios problemas. Podemos ver que algo ha pasado a otra persona y esto nos sirve de consuelo porque no nos ha pasado a nosotros.

Cuando estamos sufriendo nos encontramos en un estado de indefensión, nuestro sistema inmune se deprime (en el sentido que no libera las moléculas y las células que necesita para protegernos) y es cuando empiezan a brotar las enfermedades (infecciones, etc.). De ahí que las personas que viven en el sufrimiento no gocen de buena salud.

Las normas impuestas y los convencionalismos sociales nos dicen que hemos de vivir en el sufrimiento. Este planteamiento está distorsionado y se nos hace creer que el sufrimiento es natural, que es algo común y que se ha de convivir con él.

El sufrimiento crónico es, ante todo, una opción. Esta elección nos hace vivir de una forma que no nos deja movernos de manera alegre. Para movernos así necesitamos autoestima. Una de las formas de salir del sufrimiento es aprender a reforzar la autoestima y rodearse de personas positivas.

Existe muchos mitos acerca del sufrimiento. Siempre hemos escuchado que "para triunfar hay que sufrir", sin embargo, no hay que sufrir antes de poder triunfar. Se puede triunfar aprendiendo de las cosas buenas de la vida, de otras personas que tienen éxito, de cómo se celebran las cosas simples (como por ejemplo:“hoy me he levantado y he paseado”). Este tipo de celebraciones son incompatible con la tristeza y con el fracaso. Es imprescindible celebrar la vida cotidiana ya que esto nos evitará sufrir.

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